linea#02 arquitectura y urbanismo del paisaje |
DISPLACEMENTS: AN X’SCAPE JOURNAL es un nuevo proyecto arquitectónico-editorial del Laboratorio de Paisaje del Máster en Proyectos Arquitectónicos Avanzados y el Grupo de Investigación Paisaje Cultural en la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Madrid.
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DISPLACEMENTS: AN X’SCAPE JOURNAL es un nuevo proyecto arquitectónico-editorial que busca afrontar de forma integrada los dos aspectos imprescindibles para una práctica crítica: conocimiento y acción. Para ello displacements abre una convocatoria de escritos, ensayos cartográficos, proyectos, u otros formatos editables, que trabajen en y desde la ambigüa relación existente entre legalidad y arquitectura.
Si entendemos el nomos como un proceso social inseparable de la producción de una espacialidad común, la relación entre ley y arquitectura aparece como práctica social constituyente en la que cuerpos, costumbres y territorio se materializan en el paisaje.
Cuando la excepción se hace regla se abre una zona de indistinción en la que se inscribe la posibilidad de acción para unos desplazamientos criminales nacidos de la necesidad de operar en y desde esa zona de ambigüedad definida por la excepción post-democrática contemporánea.
El crimen nos permite detectar y entender el funcionamiento de nuevas zonas de legalidad contemporáneas. Zonas que son resultado de un proceso de reconfiguración constante entre los cuerpos, prácticas y dispositivos que las forman. Para poder analizarlas y actuar en ellas se hace necesario mirar más allá de divisiones escalares, disciplinares o históricas, desde un concepto ampliado de paisaje capaz de afirmar su complejidad ecológica, política y social.
Texto completo: http://www.displacementsjournal.com
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DISPLACEMENTS solicita ensayos entre 2000 y 3500 palabras, cartografías y trabajos de mapeado, proyectos y otros contenidos editables (video, audio, y otros formatos no imprimibles también serán aceptados). Las contribuciones en forma gráfica deberán ir acompañadas de un texto no superior a 500 palabras. Todos los contenidos deben ser inéditos y serán enviados completos junto con una breve biografía del autor o autores a displacementsjournal [a] gmail . com.
≫ Material escrito: formato Microsoft Word (.doc)
≫ Material gráfico – Fotografía: CMYK con una resolución 300 dpi. Formato JPEG o TIFF.
≫ Material gráfico – Dibujo: formato Adobe PDF
≫ Todo el material deberá estar correctamente referenciado y las fuentes citadas según el MLA Citation Style
≫ El contenido deberá enviarse en Español o Inglés
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FECHA LÍMITE PARA ENVÍO DE CONTRIBUCIONES: 12 Enero 2014
ANUNCIO DE LOS CONTENIDOS SELECCIONADOS: 26 Enero 2014
FECHA DE PUBLICACIÓN: Marzo 2014
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Andrew Kovacs en A BRIEF THEORY OF THE ARCHITECTURAL B-SIDE: «One such delightful architectural B-side is Anthony Ernest Pratt’s 1947 patent specification drawing for the board game Cluedo. As a black and white diagrammatic floor plan, is Pratt’s patent specification drawing for Cludeo not a variation on the architectural problem of the nine-square grid? Developed during WW II, Pratt’s legible labyrinth deploys architectural concepts of the interior, sequence, narrative, program, and the house to produce a morbid, deductive whodunit game structured around the event of murder. Within the plan, each programmatic figure is isolated from others by a gridded circulation path. Thus the introverted plan produces a center that is “free” or “open,” with a single staircase that descends to the basement. Yet, from gun room to conservatory, every programmatic figure plugs into the perimeter such that each room is ostensibly connected. This looped corridor at the perimeter of the plan unites all of the programmatic figures into a single, contained space, allowing a murderer to commit a crime in one space and move undetected to another. Rather than a machine for living, Pratt’s plan is a machine for killing.»
Publicado en Babelia el 20/07/2013
El pensamiento político quizá no sea muy productivo, pero ya que no nos queda más remedio que dedicarnos a él, acabaremos conociéndonos mejor. Gracias a Dios, no hay motivo para el optimismo.
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Ayer domingo. Vanitatum vanitas, se habla para triunfar. Me llamó la atención: la necesidad de mitificar. Los hombres no paran de contarse historias, en apariencia para entretenerse los unos a los otros; de hecho, sin embargo, para ir tejiendo, remendando y manteniendo en buen estado la red de la mitología, conservando su mundo a través del relato. Este discurso vivo existe aún en las esferas más elevadas; poco a poco, sin embargo, se van acabando las historias y los hombres. Reina ya el silencio aquí y allá, la contemplación pasiva de las imágenes de los medios, la desorientación, el mutismo, las acciones absurdas, no motivadas por ninguna mitología válida.
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[…] El secreto de mi existencia es el deseo de amor y, al mismo tiempo, la falta de amor. El vacío se desvela a raíz de algún que otro hecho minúsculo. La forma de vida correcta —es decir, una que no me angustiara— sería la encaminada única y exclusivamente hacia la escritura. Ello, sin embargo, exigiría una soledad absoluta. La soledad me protegería de la angustia causada por el secreto de mi existencia; en cambio, aparecerían entonces ciertos temores concretos, por ejemplo, el miedo y la angustia debidos a la propia soledad. Conclusión: no existe una solución. Conclusión: existe la solución, pero la temo. Si consiguiera querer realmente la muerte, estaría a salvo de la angustia. Pero supondría un esfuerzo psíquico que sólo podría realizarse en soledad. Es de noche, una noche primaveral, y sé que mi existencia es un gran regalo y que yo —como todo el mundo— lo estoy dilapidando.Y eso que en la vejez es preciso vivir de manera concentrada. ¿O es inevitable la disolución psíquica en la vejez?
En el universo concentracionario, todos los conceptos éticos de nuestra cultura occidental se extinguieron por completo, se apagaron
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“La Europa unida…”. Pero ¿cuál sería su mito fundamental? Se ve con claridad: no es casual que Auschwitz se convierta ahora en cuestión viva, en fuente de las cuestiones vivas, después de que se derrumbara el imperio soviético. El mito cristiano ya no vive. La imagen del ‘mal’, al que el mundo occidental más o menos podía oponerse (y así fundamentar su autoconciencia), se deshizo al desintegrarse la Unión Soviética. La gran negatividad frente a la cual pueda erigirse el mito de la aspiración a un mundo más ético es sólo Auschwitz. Lo que resulta característico políticamente, característico en lo que respecta a la conciencia política general, es que Yugoslavia —su derrumbe inesperado y total bajo el signo del odio, el hundimiento de ese territorio floreciente, el trabajo destructivo completo de la locura— haya pasado a un segundo plano, haya quedado casi relegada al olvido en medio de la frenética marcha de los acontecimientos.
«Hace unos días, Ignacio Sotelo expresaba en este diario su extrañeza por el hecho de que, en más de medio siglo de vivir entre alemanes, no hubiera encontrado a nadie que “hubiera sabido algo” acerca de los campos de exterminio y del asesinato de millones de judíos. Lo cierto es que la inmensa mayoría del pueblo alemán apoyó con fervor, y casi hasta el mismísimo final, al máximo responsable de la carnicería mundial y del Holocausto. Laurence Rees (recuerden su estupendo Auschwitz, Crítica, 2005) explora las razones de esa culpable adhesión en El oscuro carisma de Hitler (Crítica), una magnífica síntesis de casi veinte años de trabajo sobre el nazismo y su líder. Rees intenta descifrar los motivos por los que un personaje impulsado por el odio racial e incapaz de establecer relaciones personales normales, consiguió cautivar a millones de compatriotas, logrando que lo identificaran con el “destino” de Alemania, hasta arrastrarlos a la catástrofe. Rees afirma que la fascinación del líder carismático —que tiene que ver, siguiendo a Max Weber, con la presencia de un poderoso elemento “misional”— no anula la responsabilidad de los que le secundaron o de los que simplemente prefirieron mirar hacia otro lado. Porque uno de los grandes méritos de Hitler —que procuró no poner su firma al pie de ninguna orden de exterminio generalizado— fue “crear un sistema de destrucción que no exigía su autorización para todos los detalles”. Libro estremecedor que plantea cuestiones que siguen teniendo relevancia: “El deseo de ser liderados por una personalidad fuerte en una crisis, el anhelo de que nuestra existencia tenga algún propósito, la práctica adoración de ‘héroes’ y ‘celebridades’ y el deseo de salvación y redención no han cambiado en el mundo desde la muerte de Hitler”.»
Beyond sharing a loose grip on reality, this criminal packcalls for action more than observation, privileges speculation over erudition, and aims wildly at getting something going. Anything. Bigger pictures, funnier punch lines, larger stakes. There are disagreements here, significant ones, but they invariably unfold through an open conversation among peers and co-conspirators – a discussion over diverse means to a common end. The end, of course, is nothing more and nothing less than springing architecture and urbanism from the hoosegow of critical commentary and commercial complicity. The plan – with all its accessories of blowtorches, grappling hooks, disguises, and stopwatches – demands the reorganization of urban ecologies, economies, and establishments; the figuring of new architectural organizations; and the invention of alternative genres and styles. And, like all great plans, it's so stupid it just might work.
Sarah Whiting & Robert Somol, Okay, here's the plan. Log 5, 2005
«Destroy this Memory, de Richard Misrach, es un efectivo recuerdo del impacto físico y psicológico que causó el huracán Katrina. En lugar de limitarse a inspeccionar los daños materiales causados, Misrach -que ha fotografiado esta región desde la década de 1970, sobre todo por su proyecto en curso El Callejón del Cáncer- se vio atraído por el graffiti inspirado por el huracán: mensajes en las paredes realizados con espray, crayones, tizas, o cualquier material que llegaba a sus manos. A veces amenazantes, desesperadas, y con tintes de humor negro, las frases capturadas por Misrach – el único texto que aparece en el libro – ofrecen perspectivas humanas únicas y reveladoras sobre la devastación y las secuelas que dejó tras de sí este desastre. El libro recoge imágenes inéditas tomadas entre octubre y diciembre de 2005 con una cámara compacta, cuyas ganancias en calidad de derechos de autor han sido donados por el artista a la Fundación Make It Right, que en la actualidad está reconstruyendo el Lower Ninth Ward de Nueva Orleans.» +info Más que recomendable también ver otras series de Richard Misrach como los Desert Cantos o el más reciente Petrochemical America
En esta última se ve un aspa pintada, se trata de un código que utilizan los equipos de rescate: «The X-code is a marking left by the Urban Search and Rescue teams, coordinated by FEMA. It was first developed after the 1985 Mexico earthquake, when many people died in later building collapses, trying to rescue people who were already trapped. As each building is searched for survivors, it is marked first with a slash, and then when the search is finished, an X. Then, the quadrants of the X are marked with a code to define who made the search, when, and what they might have found.» via The State
Aquí en «Katrina + 5: An X-Code Exhibition» muchísima más información al respecto: «The enigmatic X-code messages could appear threatening in their mystery, especially upon structures of personal significance to the viewer, while the cumulative power of thousands of these markings communicated the enormous scale of what had occurred. In addition to wind and water damage, infrastructure destruction, uncertainty about the fate of family, neighbors, and friends, and a complete disruption of familiar life, the appearance of the codes added another unknown—a mysterious graphic with alphanumeric markings spray-painted on homes, schools, businesses, and places of worship.»
“When I tell people outside of New York that I’m buying air from other building owners, they look at me as if I’ve lost my mind,” said Kenneth S. Horn, the president of Alchemy Properties. His 18-story Isis Condominium at 303 East 77th Street acquired air rights from two adjacent tenements; it cantilevers eight feet above the roofs of both of them beginning at the sixth floor. The payoff for this complex and expensive undertaking is 360-degree views, more spacious apartments, abundant light and higher resale value.
(…) “When I tell people outside of New York that I’m buying air from other building owners, they look at me as if I’ve lost my mind,” said Kenneth S. Horn, the president of Alchemy Properties. His 18-story Isis Condominium at 303 East 77th Street acquired air rights from two adjacent tenements; it cantilevers eight feet above the roofs of both of them beginning at the sixth floor. The payoff for this complex and expensive undertaking is 360-degree views, more spacious apartments, abundant light and higher resale value.
(…) Before 1916, air and light were not an inalienable right of New Yorkers, but since then zoning rules have imposed varying height restrictions on new construction. The concept of air rights, also called transferable development rights (T.D.R.’s), as a salable commodity came about after a 1961 revamping of city zoning regulations that established density quotas for every block.
The restrictions are defined by the ratio of floor area to lot size; the floor-area-ratio (F.A.R.) determines a building’s permissible bulk and varies by zone as well as by its position on a block or boulevard. Corner and boulevard sites have fewer restrictions than side streets, particularly in matters of height.
(…) “There’s a price on everything in New York, and the air is no exception,” said Ross F. Moskowitz, a partner at Stroock & Stroock & Lavan who specializes in land use and zoning. “From the viewpoint of real estate, air is simply invisible land, because you can build on it. Sometimes the air above, behind, to the left or right is worth far more than the building that carries the rights to it; it’s a potential pot of gold for many properties. It’s found money.”
via Valentín >artículo completo
Nogarejas es un pueblo de la comarca de La Valdería, perteneciente al municipio de Castrocontrigo, en León. Una junta vecinal gestiona allí los servicios para sus 260 habitantes, la mayoría jubilados. Con un presupuesto anual de medio millón de euros —que consiguen con lo que rinden sus 3.000 hectáreas de monte— pagan el alumbrado público, el consultorio médico, la gestión del tanatorio, la limpieza de los jardines, el abastecimiento de agua, la máquina quitanieves y hasta se han hecho cargo de la restauración de la iglesia, del siglo XII. Sus cuentas las lleva una gestoría porque, según el alcalde pedáneo, Olivio Campo, el secretario municipal del que dependen (en un Ayuntamiento de 895 habitantes) no tiene tiempo para atender a las seis parroquias de la zona.
(…) “Es un genocidio administrativo”, reflexiona Carlos González-Antón, catedrático de Derecho y miembro de la Federación Leonesa de Entidades Locales Menores. “Que las sancionen si no cumplen, pero no pueden eliminarlas. Son organizaciones con más de diez siglos detrás, que defienden el carácter colectivista y la democracia participativa. Que el Estado no tenga datos de las entidades locales menores no quiere decir que éstas no rindan cuentas a sus vecinos”. En muchos casos los alcaldes pedáneos apenas tienen formación. En otros gestionan barrios o parroquias con menos de 20 vecinos o presupuestos de pocos miles de euros.
via @gastropaisajes > artículo completo
via geographicalimaginations, magnífico blog de Derek Gregory
«[Diagrams] are abstract because conceptually and ontologically distinct from material reality yet they are fully functioning machines nonetheless, that is, they are agencies of assemblage, organization and deployment. Reality, to speak a bit reductively, is comprised both of matter and the organization of that raw matter into deployable objects or complexes. The argument, stated simply is as follows: to every organized entity there corresponds a micro-regime of forces that endows it with its general shape and program. Every object is a composition of forces, and the compositional event is the work or expression of an abstract machine.»
Sanford Kwinter, ‘The Genealogy of Models: The Hammer and the Song’, Oase, no.48, p.34.
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